Nikola Tesla y el futuro de la iluminación
Nikola Tesla nació en Smiljan, antiguo imperio austro- húngaro, en 1856, en una noche de tormenta eléctrica. La partera, al escuchar los relámpagos lo interpretó como un mal presagio: “Este niño va a ser un hijo de la oscuridad”, afirmó. Pero su madre respondió “No, él será un hijo de la luz”. Su madre fue una inspiración durante toda su vida. Era una persona muy imaginativa que inventaba aparatos domésticos para facilitarle la vida. Su padre era sacerdote ortodoxo y siempre pensó que Tesla también lo sería pero él quería estudiar ingeniería eléctrica.
Sin terminar sus estudios, y con la idea en la cabeza de conseguir construir un motor de corriente eléctrica que eliminara la necesidad de un conmutador, Tesla se marchó a trabajar primero a Budapest y más tarde a París donde consiguió un puesto en la compañía Continental Edison Company. En 1884 llega a Estados Unidos para trabajar directamente para Edison, quien le llegó a ofrecer 50.000 dólares por rediseñar completamente los motores de corriente alterna y mejorar su eficiencia, cosa que Tesla consiguió. Cuando solicitó que le pagaran, Edison le respondió “Tesla, usted no entiende nuestro humor estadounidense”, rompiendo así su palabra.
En 1886 creó su propia compañía, la Tesla Electric Light and Manufacturing, siendo expulsado por sus accionistas al año siguiente.
En este sentido y más allá de la ciencia ficción, resulta interesante conocer una de las propuestas más descabelladas de aquel entonces sobre los sistemas de iluminación del futuro.
Si bien el aporte más directo de Tesla en cuanto a la iluminación fue el uso de la corriente alterna (utilizada al día de hoy), también patentó un oscilador y una bobina como fuentes de energía para un nuevo sistema de iluminación de corriente de alta potencia-frecuencia, mismas que anteriormente ya habían sido usadas para generar luz pero con Tesla su uso fue simultáneo.
Otra propuesta que fue más allá de lo convencional era su bombilla inalámbrica, la cual fue muy popular en las exhibiciones de las Ferias Mundiales aunque considerada más bien como una tecnología de algún futuro distante.
El proceso de producción de luz sería el siguiente: la corriente de la calle pasaría a través de un oscilador eléctrico especial, transformando la corriente de alimentación (directa o alterna) en oscilaciones eléctricas de muy alta intensidad. Estas oscilaciones llegan a los extremos con revestimiento metálico del tubo de vidrio, produciendo en el interior unas oscilaciones que generan una conmoción en los átomos de los gases enrarecidos, lo que hace que vibren y emitan las radiaciones que conocemos como luz.
La iluminación en la actualidad
Aunque hoy en día este tipo de luz se puede considerar obsoleta para la iluminación general, en aquel momento, cuando Tesla se encontraba trabajando con ella, puede sorprender sus niveles de eficiencia ya que con un solo transformador de neón de 230 watts podía iluminar un tubo de hasta 36 metros y en varias de sus entrevistas prometía que su sistema de iluminación de alta frecuencia tendría una potencia 20 veces superior a la incandescente.
Infortunadamente, a pesar que la necesidad del ahorro energético fue una constante por décadas, este proyecto no fue del todo llamativo para ser explotado, ya sea por falta de interés de los inversionistas al no considerarlo redituable, la competencia con sus colegas o la limitante de las capacidades tecnológicas de su época.
En la actualidad por fortuna, tenemos luminarias muy eficaces con tecnología LED como el portafolio de soluciones que tenemos en VCP ecolighting que están cambiaron radicalmente la forma de iluminar nuestras vidas permitiendo bajar los consumos energéticos, ahorrando costos de mantenimiento-reposición y finalmente alcanzando vidas útiles hasta 5 veces más que las tecnologías tradicionales. Sin duda alguna Tesla sería un promotor de su uso.
REFERENCIAS
Tesla’s Wireless Light
Electric Lighting
Nikola Tesla’s Third Greatest Invention